Hoy tuve una experiencia tremendamente emotiva. Por primera vez, sin estar todavía en casa, los gatitos me reconocieron como "dueña" (comillas porque realmente no se es dueño de un gato).
Patricia los trajo un rato al living para que estuvieran un rato conmigo. Nana se quejaba, parecía hacerlo por deporte y Merlín miraba curiosamente, los dos a upa de ella. Como la gatita se seguía quejando la agarré y me la puse a upa, automáticamente dejó de quejarse y me quedé anodadada (demasiado soprendida para que sea anonadada)...
Después se la devolví a Patricia y agarré a Merlín, que comenzó a trepar y acercó su hociquito hasta tocarme la nariz.
Estoy hecha una baba :´)
(Lamento las fotos chotas de celu, pero en una semana los voy a matar a fotos decentes).
2 comentarios:
Que hermosos pichones de fiera !! Una de las mías era así de chiquita cuando la traje.
Hoy pesa 10 kilos = (
HER-MO-SOS !
Gracias!
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