miércoles, 27 de enero de 2010

Apple FAIL

Lo vi acá

lunes, 25 de enero de 2010

viernes, 15 de enero de 2010

The Princess and the frog

El otro día fui a ver la última película de Disney, la primera con animación 2D en muchos años, la que fue (por lo menos en su país natal) juntando tanto expectativas como controversia por ser protagonizada por la primer princesa de color. Teniendo en cuenta que la última pelicula de Disney (no Pixar) que realmente disfruté fue El Rey Leon, no tenía intención de arriesgarme a ésta. Empecé a dudar cuando vi que en general las críticas eran positivas y que aparentemente había cierta aggiornización de los personajes.

Lo que me terminó de convencer (además del entusiasmo de cierta amiga) fue que hubiera un cine con función subtitulada. Dos colectivos después, me senté en la butaca a ver qué pasaba.

La verdad me sorprendió gratamente.

La protagonista debe ser el primer personaje femenino de Disney que me cae bien. Es cierto que cuando era chica amaba las películas del estudio y por ejemplo me parecía totalmente rupturista el personaje de Belle. Opinión que se rompió en pedacitos apenas pasé la adolescencia: le gusta leer, ¿y qué más además de ser una metáfora problematica para la tolerancia a las relaciones abusivas?

Tiana no es una princesa de por si, es una laburante. Amé el golpe de "realidad" (las comillas, porque esa realidad siempre está acotada a que, al fin y al cabo, es una película de Disney). No es una damisela inútil y bidimensional que no tiene más aspiraciones que casarse con el príncipe de turno (Blancanieves, La bella durmiente, Cenicienta), o rebelarse adolescentemente al malo de papá (Ariel y Jazmin, que además terminan enamoradas del príncipe/ladron vestido de príncipe de turno). Ni siquiera me voy a referír a Mulan, que si bien salía un poco de ésto, el horror de que Chino = Japonés socaba vioelntamente todo lo demás.

Tiana es un personaje acertivo, defiende sus límites, tiene un objetivo (en este caso el sueño de tener un restaurant propio) y la voluntad de romperse el lomo trabajando para lograrlo. Cuando la película empieza ella es amiga de una rubiecita rica hueca, Charlotte, que en el peor caso podría haber terminado en el cliché insufrible de pseudo hermanastra, pero en su lugar termina siendo un personaje cómico y querible en sus limitaciones, una especie de auto burla a la princesita que sólo quiere su principe, pero que no va a competir con la protagonista porque es su amiga.

Una buena bocanada de aire fresco entre tanto estereotipo gastado de minas compitiendo por el tipo.

En el cuento de hadas original, una princesa vanidosa y buena para nada es convencida de besar a un sapo que resulta ser un príncipe encantado. En una vuelta de tuerca esperable pero agradable, el príncipe Naveen es el vanidoso inútil, a tal punto que llega a Nueva Orleans con el plan de conseguirse una esposa rica para retomar su estilo de vida, ya que sus padres "le cortaron los víveres".

El tipo es embaucado por un mago negro y convertido en un sapo. Todo lo demás se puede ver en el trailer.

Después de ahí sigue un buen rato de aventuras, canciones (por suerte ninguna desagradablemente empalagosa, y mucho jazz).

Sali del cine entretenida y con ciertas esperanzas positivas para lo que pueda venir de manos de Disney de ahora en adelante.

En otro desorden de cosas, estoy convencida de que el personaje del Dr. Facilier es una caricatura de Cab Calloway:


Los primeros cinco minutos de la peli acá
Animación fabulosa acá

viernes, 1 de enero de 2010

Mad Gingerbread Men

Ya he mencionado antes que amo la serie Mad Men. Se la he contagiado a gran mayoria de amigos y familiares, los cuales comparten mi opinión de que es la mejor serie dramática de los ultimos años. Como iba a pasar el fin de año con amigos y todos aportábamos comida, se me ocurrió la idea de hacer las tradicionales galletitas navideñas de jengibre. Encontré una receta piola y, dado de que son muñequitos, me pareció que iba a ser divertido darles formas de personajes de la serie.
Fueron, tanto por gusto como por el chiste, un éxito.




Pete Campbell y su rifle