Quedamos con Germán, Andi y Aye ir a patinar sobre hielo, algo altamente entretenido que no hacia desde hace más de diez años. Así que fuimos a una pista que queda en Avenida La Plata e Independencia.
Nos calzamos los patines (yo con doble par de medias) y nos fuimos a la pista. Es muy curioso como el cuerpo no olvida ciertas cosas, cuando pisé el hielo pensé que me iba a matar pero después de un rato encontré el punto de equilibrio y logré patinar sin caerme.
Patinamos como locos una hora y media y de ahí fuimos a tomar la leche a lo de Andi que vive en Avellaneda. Como evidentemente estabamos en plan revival de la primaria, tomamos chocolatada. Y de ahí a Retiro, los chicos siguieron a lo de Aye y yo fui a casa.
Se va a repetír :D
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