Ayer fui a ver
La Bohème en el Centro Cultural Konex, como parte de un autoregalo de cumpleaños.
Para empezar aclaro por las dudas:
no se un carajo de ópera.En lo de mis viejos no sólo no se escuchaba, sino que no es muy tolerado. O sea no les gusta nada. Mi único contacto con la ópera entonces había sido una vez en el Avenida que fui a ver a una amiga que estudiaba canto lírico. Me gustó bastante, pero me frustraba no saber qué pasaba, más allá del furtivo vistazo al programa. Pero esto fue hace varios años ya.
La primera buena noticia llegó de mano de Sofía que me dijo que hace unos años se "subtitula" la ópera, es decír, proyectan el texto.
Genial!
Así que me llamó la atención la puesta de La Bohème en el Konex y saqué entrada. Como es ópera y no me importa mucho no ver un carajo, saqué la entrada más barata. Yo no tenía muchas esperanzas de ver algo, pero la ubicación, si bien era al medio, era una porquería. La última fila y al lado de la consola de sonido. Como el lugar no es un teatro propiamente dicho, sino una fábrica adaptada, el suelo no tiene la inclinación adecuada y el enorme pelo teñido de bordó de una señora ocupaba el escenario en mi visión.
Pero entonces se me acercó una de las chicas y me dijo que ticketek me había dado una ubicación que técnicamente no deberían vender porque complica el trabajo de los técnicos, así que me iban a mover adelante.
Yo no me quejé.
De hecho creo que mi sonrisa de oreja a oreja fue más que elocuente.
Me movieron diez filas hacia adelante.
Quedé exactamente al medio, y fue una maravilla, lo disfruté un montón. Me sorprendió cómo la historia salta de la comedia a la tragedia absoluta. Me pareció interesante la puesta en la escenografía de Rent y el vestuario por momentos bizarro de Churba (o sea, ¿por qué salvo los protagonistas todos lleven delantales manchados de pintura?). Igual la experiencia fue muy fructífera, y la ayuda de los subtítulos fue buenísima para afinar mi italiano oxidado e
imparare la lingua.