Hoy desarmando la cama en día de limpieza descubrí que estuve dos semanas durmiendo sobre una moneda. Recordando aquel cuento clásico La princesa y el guisante, donde se reconoce una princesa verdadera por su sensiblidad capaz de reconocer un guisante entre 20 colchones, he llegado a la conclusión de casi cualquier mujer que creció a base de películas de Disney y tuvo alguna Barbie: no soy una princesa...
¿y qué?
2 comentarios:
Imaginate lo insoportable que sería una persona que no pudiera dormir bien por un poroto cubierto de 20 colchones...
Es cierto...
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